DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRAB AJADORES
8 HORAS PARA EL TRABAJO, 8 HORAS PARA EL SUEÑO Y 8 HORAS PARA LA CASA.
Los que hoy somos abuelos y abuelas tuvimos que esperar muchos años para conocer el 1º de Mayo en su verdadera esencia, tal y como hoy lo conocemos.
Tuvimos que esperar hasta la llegada de la democracia para saber el origen y el porqué del “día del trabajo”, pues en España se celebraba la “Fiesta de San José Obrero” disfrazada de la carga religiosa que le infundieron en 1.955 y que fuera instituida por el Papa Pio XII en la Plaza de San Pedro en Roma ante miles de obreros llegados de todo el mundo:
“…el humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias".
Muchos años estuvimos sin saber que desde el primer tercio del s.XIX, una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de 8 horas.
El hacer valer la máxima: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa».
En este contexto se produjeron varios movimientos en Estados Unidos y en 1829 se formó uno para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares.
El 1º de mayo de 1886, los obreros unidos exclamaban:
"A partir de hoy, sólo ocho horas diarias; ni una más".
Con la negativa de la patronal, los obreros, (350.000 trabajadores), organizados, paralizaron el país productivo, con más de cinco mil huelgas.
El resultado fue exitoso para la masa obrera en todos lados, menos en Chicago, cuya huelga pacífica el día 1º de mayo de 1886, terminó interrumpida violentamente por las fuerzas policiales y que acabó con cinco obreros condenados a muerte injustamente, los denominados “Mártires de Chicago” y que son el punto de origen del “Día Internacional de los Trabajadores”.
El Chicago Tribune, según detallan las crónicas, publicó:
«El plomo es la mejor alimentación de los huelguistas», y pedía para éstos prisión y trabajos forzados como «la única solución posible a la cuestión social».
El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra 31 responsables, que luego quedaron en 8. Las irregularidades en juicio fueron muchas violándose todas las normas procesales de forma y de fondo, tanto que ha llegado a ser calificado de juicio farsa. Los juzgados fueron declarados culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.
Prisión
A muerte en la horca
El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de:
. Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista, que aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente.
. August Vincent Theodore Spies, alemán, 31 años, periodista. “Llegará la hora en que nuestro silencio será mucho más elocuente que las voces que ustedes estrangulan hoy. Este es el momento más feliz de mi vida.” (Últimas palabras de Spies).
El Día Internacional de los Trabajadores, se celebra en todo el mundo, en homenaje a todos los hombres y mujeres que cumplen con su esfuerzo anónimo, en las distintas actividades, logrando con su labor cotidiana, sentirse digno ante la familia y la sociedad en la que vive.
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