TRASTORNOS DEL SUEÑO

Casi cuatro de cada diez personas mayores sufren alguna alteración relacionada con el sueño.

Por las características propias de la vejez, las personas mayores  son un colectivo más vulnerable a sufrir trastornos del sueño, algo que puede afectar negativamente a la salud y padecen alguna alteración en el descanso.

Si no se presta atención a estos problemas, además, pueden derivar en complicaciones más importantes relacionadas con patologías cardiovasculares, hipertensión o depresión.

El insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas son los trastornos más comunes entre el colectivo de personas mayores.

La Sociedad Española de Geriatría, indica que el 37 % del colectivo, mayores de 65 años, padece alguna alteración en el descanso y comunica que algunos de sus consejos para un descanso óptimo son:

. Establecer un horario: acostarse y levantarse siempre a la misma hora, incluso en fines de semana y vacaciones.

. No intentar dormir  si no se tiene sueño.

. Permanecer en la cama el tiempo suficiente, adaptándolo a las necesidades del sueño.

. Reducir el tiempo de permanencia en la cama sin dormir mejora el sueño, y al contrario, permanecer mucho tiempo en la cama puede producir un sueño fragmentado y ligero.

. Evitar permanecer en la cama si no se consigue conciliar el sueño. Si media hora después de acostarse todavía no se ha conseguido dormir, lo mejor es dejar la cama, irse a otra habitación y realizar alguna actividad  tranquila (leer, por ejemplo).

. No hacer siesta. En casos concretos se puede permitir una siesta, pero nunca más de treinta minutos.

. Evitar las bebidas que contienen cafeína y teína, y limitar el consumo de líquidos por la tarde, sobre todo si la frecuencia urinaria es un problema.

. Tener en cuenta los efectos sobre el sueño que pueden tener ciertos medicamentos.

. Evitar el consumo de alcohol y tabaco varias horas antes de irse a dormir, ya que pueden perjudicar el sueño.

. Realizar ejercicio, en la medida de las posibilidades de cada uno, y caminar durante al menos una hora al día, preferentemente por la tarde y, al menos, tres horas antes de irse a dormir.

. No darle demasiada importancia al insomnio de una noche concreta.  Es importante, además, ser  realistas acerca de las horas de sueño nocturno que se pueden conseguir, no tratando de dormir más de lo que realmente necesita cada persona.

A MODO DE RECORDATORIO:

Insomnio: Trastorno del sueño, que se caracteriza por la dificultad de iniciar éste o por una disminución de su duración normal. Se debe principalmente a trastornos de la esfera emocional y afectiva. Otra causa puede ser de origen orgánico, como afecciones dolorosas, ciertos trastornos funcionales, intoxicaciones...

Apnea: Suspensión temporal de la respiración voluntaria o patológica.

Síndrome de piernas inquietas: Se caracteriza por una sensación desagradable en las piernas que genera la necesidad de moverlas y que puede  dar lugar a insomnio y somnolencia diurna.

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